Jesús Rivilla
“Tengo un único rival al que superar, un rival al que quiero y odio a partes iguales: mi yo anterior”
Carl Blue
SIEMPRE ME SENTÍ ENTRENADOR
Sólo he sido precoz en una faceta de mi vida: sentirme (y ser) entrenador. Desde la infancia a la edad adulta siempre he tenido la sensación de ser poco precoz, incluso tardío, en muchas facetas de la vida. Sin embargo, mi primera experiencia como entrenador fue con tan sólo 12 años ¿Un chaval que piensa en ser entrenador y no deportista? No me malinterpreten, me encanta hacer deporte, me machaco casi a diario y lo hago desde que tengo uso de razón, pero la sensación que desde joven me aportó entrenar a otras personas es harina de otro costal. Lo descubrí en aquella primera experiencia: mi hermano de 9 años quería ponerse en forma y conseguí convencerle de que yo podría hacerlo en muy poco tiempo. Recuerdo como si fuera ayer la sensación de plenitud que sentí al ver como mi hermanito se esforzaba subiendo y bajando escaleras, golpeando el saco y corriendo. Mi madre cuenta con mucha gracia las discusiones que presenció por lo duros y aburridos que resultaban mis entrenamientos. - ¡Devuélveme mi hucha! - me decía reiteradamente mi hermano.
Aquella primera experiencia resultó como muchas de las primeras experiencias de la vida: muy mejorable. Y a pesar de ello, y aún teniendo ya claro que el precio que paga un entrenador es muy alto: horas de trabajo, dedicación y esfuerzo que pueden no ser valoradas o - peor aún - ser duramente criticadas, tuve claro desde aquel día que quería dedicarme a entrenar, a ayudar a las personas a alcanzar sus metas, a progresar en sus vidas, a transmitirles valores como el esfuerzo, el compromiso y la dedicación.
Años más tarde comencé la carrera que siempre quise hacer (INEF) y de nuevo ese impulso de ejercer como entrenador me llevó a trabajar en un pequeño gimnasio a una edad - 19 años - que ahora se me antoja temeraria. Con 21 años comencé a entrenar a un equipo sénior de Balonmano, algunos de mis jugadores me doblaban la edad. Las palabras de Javier Loinaz, mi primer mentor deportivo, en el primer día de entrenamiento aún me remueven en lo más profundo: tú eres el encargado principal del equipo, yo te ayudaré cuando crea que lo necesitas ¡Dale duro! Aquel año aprendí que la falta de experiencia es una gran limitación que no puede suplirse por muchas horas de trabajo y dedicación que eches, ni tampoco con toda la ilusión del mundo, pero son indispensables para aprender rápido de cada experiencia. También aprendí que ningún libro puede equipararse a la experiencia que te transmite un “veterano” competente y confirmé que mi propia experiencia como deportista era un bien preciado.
TRANSMITIR, MOTIVAR, INSPIRAR...
Fiché por el Balonmano Ciudad Real - como Preparador Físico y Segundo Entrenador - pocas semanas después de licenciarme, fueron 4 temporadas repletas de entrenamientos y partidos del máximo nivel internacional, de experiencias duras y gratificantes, imposible compendiarlas, pero hay un aprendizaje que destaca sobre los demás: el trabajo de un entrenador nunca llegará a ser valorado, ni exprimido, con todo su potencial si no es transmitido eficazmente.
Hay pocas capacidades más relevantes que la CAPACIDAD DE COMUNICAR, DE TRANSMITIR, de saber tratar a las personas, de saber generar entusiasmo, de saber motivar,… de inspirar. Y lo aprendí como se realizan la mayoría de los aprendizajes potentes: tras experiencias negativas, tras experiencias donde notas que no conectas, que no generas entusiasmo, que no logras motivar. Quizá por eso en muchas publicaciones del blog se indaga - a veces soslayadamente y otras de forma manifiesta - sobre temas propios del ámbito del coaching y desarrollo personal-profesional.
LA INVESTIGACIÓN
Mi pasión por la investigación aplicada al entrenamiento no es genética, nació mientras comenzaba mis estudios de doctorado y fue creciendo exponencialmente conforme investigaba. Para cuando finalicé mi doctorado ya me sentía investigador. Hoy no concibo entrenar o enseñar sin un apoyo sólido de evidencia científica. Estoy convencido de que, en materia de entrenamiento, la ciencia nos aporta información tan importante como la propia experiencia, por eso dedico al menos un tercio de mi tiempo profesional a investigar, publicar y leer investigaciones. Hace 10 años comencé a ejercer como Profesor de Universidad (INEF-Madrid), la satisfacción que me aporta esta labor compite directamente con mis otras dos pasiones, entrenar e investigar, y en muchas ocasiones las supera. Quizá por eso mi experiencia docente no sólo se reduce a mis clases: Ponencias en Masters y Postgrados, Cursos, Clinics, Charlas, Webminars...
ASÍ NACE BODYCORE®
BodyCore® surgió en 2010 y es sin duda una combinación de estos cuatro pilares: 1) Aplicación de la experiencia como deportista y entrenador, 2) Aplicación de la investigación actual,3) Reflexión para extraer estrategias prácticas y útiles a casos concretos, y 4) Cuidado del mensaje: comunicación eficaz. Su punto de partida fue la experimentación práctica. Durante unas vacaciones me ejercité con una combinación de ejercicios que no había visto en ningún libro, investigación o vídeo. Creé una batería de ejercicios que fusionaban y encadenaban movimientos de empuje con encogimientos abdominales, movimientos de tracción con encogimientos oblicuos, movimientos para piernas con acciones de miembro superior,… y así surgió el Press Banca Crunch, el Pull Crunch Unilateral o el Bíceps Sumo Squat. Experimenté en carne propia una mezcla de sensaciones que desde el primer momento se me antojó completísima: ejercicios que trabajaban todo el cuerpo, que activaban de forma muy intensa a la zona central (abdominales, lumbares, glúteos, erectores espinales,…), que tenían un componente de coordinación creciente pero a la vez te permitían mover cargas con seguridad para un buen trabajo de fuerza y que, a diferencia del entrenamiento de fuerza tradicional, era intenso desde el punto de vista cardiovascular.
Recuerdo las primeras semanas a caballo entre la experimentación práctica y la exploración de investigaciones acerca del core, estabilización raquídea, ejercicios globales, unilaterales,… y me acuerdo perfectamente de la transformación que en 3-4 semanas experimentó mi cuerpo. En muy poco tiempo mis niveles de grasa descendieron significativamente, mi fuerza aumentó y los niveles de resistencia mejoraron sin realizar ningún entrenamiento específico. Seguro que puedes imaginarte mis sensaciones al descubrir que BodyCore® había supuesto “disminuir grasa, mejorar la estabilización y el core, aumentar fuerza y músculo, incrementar la resistencia,…” ¡ERAN MEJORAS FUNCIONALES Y ESTÉTICAS AL MISMO TIEMPO! Pensé, y aún lo pienso, que su principal limitación en la difusión sería que parece demasiado bueno para ser verdad, como un anuncio de la teletienda, pero también pensé que, de la misma manera que me había pasado a mi, todo aquel que probara durante algún tiempo este entrenamiento y experimentara las tremendas mejoras y potentes sensaciones que genera, difícilmente volvería a los ejercicios tradicionales.
EL EQUIPO BODYCORE®
Sería muy injusto finalizar este apartado sin mencionar a las personas que forman o han formado parte en alguna etapa del equipo BodyCore®. Javier Ortiz Muñoz fue el primer profesional a quien propuse trabajar en esto, sin su compromiso e implicación desde el primer minuto, desde el primer curso, desde las primeras fotos-ejemplo,… BodyCore® no sería lo que es hoy sin él. Javier Giménez Romo era, cuando le propuse empezar a trabajar con nosotros, un alumno INEF brillante, tuve el privilegio de verlo crecer exponencialmente, su aportación en elaboración de documento relevantes de los cursos y sus intervenciones en los cursos ha sido decisiva para la evolución BodyCore®. Raúl Muñoz García ha sido el organizador y coordinador de numerosos cursos en Puertollano (C.Real) que, gracias a él, han sido un gran éxito. Estrella Giménez ha organizado cursos en Tenerife e Ibiza y, más aún, generado dinámicas únicas en los grupos de formación. Y he tenido siempre dos asesores en la sombra pero de vital importancia, con ellos tengo garantizado un filtro mínimo de calidad humana en todo lo que publico: Rubén Rivilla, su visión holística del mundo, su mezcla de conocimiento y análisis práctico es única, y Sandra Ruiz, mi mujer es sin duda la persona que más ha contribuido en generar la que ahora es nuestra principal característica diferencial: transmitir información científica rigurosa - frecuentemente compleja y ardua - con un lenguaje inteligible e impactante para una persona no experta en el ámbito de la investigación.
