- Entonces, si hay tanta información falsa, si nos venden tanta mentira, ¿de quién me puedo fiar? Incluso los profesionales del ejercicio no os ponéis de acuerdo ¿A quién puedo creer? Ya lo sé, a ti ¿verdad? - me respondió un amigo después de contarle un par de mitos falsos aún vigentes.
- De mi tampoco deberías fiarte sin más - respondí
- ¿Entonces? - preguntó contrariado
- Hoy hay tantísima información que es más necesario que nunca aprender a DIFERENCIAR LA INFORMACIÓN CONTRASTADA DE LA QUE NO. No hacerlo te sale muy caro: compras lo que sirve, usas lo que puede dañarte, crees lo que no es cierto, incluso difundes a otros información falsa,...
- ¿Y cómo se hace eso? Diferenciar lo contrastado de lo que no
- Quien recibe una información que le aconseja hacer tal o cual ejercicio o adquirir tal o cual material, debería EXIGIR QUE ESE MENSAJE ESTE APOYADO EN DATOS, EN ESTUDIOS ACTUALES. Si te paras a analizar esos mensajes bien fundamentados, apoyados en investigación, nunca son contundentes ni exagerados ni radicales, porque la ciencia es moderada y rara vez afirma con total seguridad, es humilde.
- Ya... Pero si quien habla lo hace desde su experiencia y reflexión ¿acaso eso no es válido? ¿es que años de experiencia no son claves para enseñar ideas, ejercicios y cosas que funcionan?
- Lo son y mucho, muchísimo, pero quien afirma desde la experiencia debería empezar diciendo "según mi experiencia..." Y en ese caso es más que obligado ser cauto y prudente en las afirmaciones ¿no crees?
- Creo que me has convencido, véndeme algo a ver si tengo criterio, Jajajajaja.
Hace dos días tuve algo parecido a esta conversación con un buen amigo que me cruce en el gimnasio. No creo que la sociedad esté hoy preparada para la magnitud de la información que recibe. Aún estamos la fase más precaria de la adaptación a la era de la información. Un buen titular, una foto impactante, un envoltorio bonito y nos lo tragamos de cabo a rabo ¡Y a compartir!
Hay que volver a ser el niño/a preguntón que eras: ¿y esto por qué? ¿Para qué? ¿De dónde sale? ¿En que te basas para decir eso? ...
Tienes que ser exigente con la información que decides creer, aumentar tus filtros, poner tus peros, reflexionar antes de creer a pies juntillas.
Quien tenga una buena fundamentación de lo que dice, le encantará recibir una pregunta (o mil), quien no la tenga se sentirá molesto y atacado.